Es triste y quizás vergonzoso admitir que aquí en este
sector, la mayoría de nosotros los habitantes conocimos a alguien que fue
asesinado de forma violenta. Siendo casi siempre la principal causa de muerte,
disparos con arma de fuego.
Aunque pensándolo bien, no solo en este sector (Zona 18
Guatemala) podemos alardear de tan nefasta realidad, para empeorarlo aun más,
creo que en muchos otros sectores de Guatemala es algo común haber conocido a
una persona para luego enterarse que lo perforaron a bala.
Poniéndome como ejemplo, diría que perdí ya hasta la cuenta
de cuantas personas he conocido y que luego me doy por enterado en el
periódico, la televisión, radio o el tradicional pero no menos efectivo chisme
de que fulano o fulana fue baleado en este o aquel lugar, por aquello o esto
otro. Si, las causas varían, es una maraña de circunstancias las que rodean
muchas veces a un asesinato y como rara vez las autoridades logran dar con el o
los asesinos, no queda más que resignarse y saber que la persona en cuestión,
ya no será vista más.
Hace apenas dos o tres días, comentábamos con mi esposa lo
difícil que debía ser para nuestro vecino del apartamento de arriba, tener que
lavar su propia ropa, llegar de trabajar y quizás tener que preparar alguna
comida mal improvisada y demás cuestiones que tocan afrontar cuando la mujer te
deja... machismo o feminismo aparte, el punto es que fácilmente te imaginas lo
triste que ha de ser encontrarte solo y tener que hacerlo todo tu mismo.
Por cuestiones de trabajo me ha tocado levantarme de
madrugada últimamente, y lo he escuchado restregar su ropa en el lavadero, para
poco más tarde salir para el trabajo. La verdad, nunca me había detenido a
intentar conocerle mejor, de un buenos días o buenas noches no pasamos, lo poco
que sabemos de su vida lo hemos escuchado de algún otro vecino entrometido que nunca falta.
En una de las redes sociales más populares, leí el estado de
un amigo, lamentando el asesinato de un chofer de "tuc tuc", sin imaginar que era
este mi vecino el que abría sufrido el atentado que le segó la vida.
Dejando atrás a un hijo de pocos años, a familiares y
amigos, el tuc tuc que día a día usaba para ganar el sustento y le llevaba y
traía a su lugar de reposo, todo eso quedo atrás, lo mismo el tener que lavar
su propia ropa o prepararse su comida, en parte es triste pensar en ese tipo de
cosas, era una persona muy joven y no aparentaba ser malo, al menos no más de
lo que puede ser cualquiera .
Pasa uno que otro mal recuerdo por la cabeza, imaginando el
dolor que han de estar pasando sus familiares, sobre todo su señora madre que
al parecer aun vive, de las causas del porqué fue asesinado, sobra decir que
poco se sabe y lo más probable es que sea una más de esas historias sin
concluir en donde hay muchas hipótesis y versiones, pero que al final nada
dejan claro.
Los "tuctuqueros" como les dicen tiene mala fama,
la mayoría son jóvenes adolescentes con malas fachas para algunos, de modales
escasos y con mala actitud, doy fe de que son muchos los que caben en esa
descripción, pero no son todos. Ya sea que
fuera por voluntad propia o de forma forzada se les ha vinculado muchas veces
con las pandillas y el cobro de extorciones, han habido épocas en las que matan
a varios de ellos en un lapso corto de tiempo.
Algunos dicen que es mala idea trabajar en ese negocio, que
ya se sabe del peligro que se corre y
demás, pero en un país en donde las oportunidades de empleo son cada día más
escasas y en donde los padres poco se preocupan por educar bien a sus hijos y
hacer todo lo posible por alejarlos de la calle y las malas amistades o
influencias, hay poco de donde escoger, cuando no se tienen estudios avanzados
y no tienes una visión clara, ejemplos y motivaciones, hay pocos oficios a que
dedicarse.
Ya fue velado y enterrado, seguirá siendo extrañado y
llorado por quienes lo amaron, pero es duro pensar que quizás hoy mismo otro
joven ya está ocupando su lugar, y ser uno más de los tuctuqueros.