Hoy aproximadamente a las 12:30 de la
mañana, fueron a tacadas a balazos dos personas, una señora y una niña de unos
11 años, según dicen la señora quedo muerta en la calle, a la pequeña se la llevaron más muerta que
viva, al parecer estudiante del mismo colegio a donde asiste mi hijo.
Si, vivimos en una zona conflictiva, de
esas que llaman "zonas rojas" en la ciudad. Atacadas a media cuadra
de mi casa, me levante de mi asiento al escuchar las detonaciones, me asome por
la ventanilla de la puerta, pues escuche voces con tono de alarma, y pude ver
por fracción de segundos como los atacantes se alejaban arma en mano, uno le
gritaba al otro ¡VAMONOS QUE NOS VAN AGARRAR! El que iba atrás que no llevaba
casco, no creo que pasara de los 19 años.
Esto me produce una avalancha de
sentimientos encontrados, por donde sea que se examine esta historia, da
tristeza y uno se pregunta ¿a dónde vamos a ir a parar?
Entre lo que la gente comentaba…
– Pobre niña, sus padres se emborrachan
constante mente, y no les importa en donde estén sus hijos, son personas
problemáticas que a saber ni en que estaban metidas.
- Miren ahí va el hermanito. – Decían otros
–
Un niño que venía con uniforme de la
escuela pública caminaba aprisa, no tendría más de 8 años, ¿qué estaría pasando
por su cabeza? ¿será que alguien le había dicho lo de su hermana? Solo puedo
imaginarme el tremendo golpe en su alma, su corazón y en su mente al comprobar
que ¡SI!, efectivamente su hermana recibió un tiro en la cabeza, y lo más
seguro es que ya este muerta.
A los pocos minutos, se escuchaban los
gritos del Padre, se podían escuchar a más de una cuadra, hablaba de vengarse,
decía que sabía quiénes fueron...
Entre el ir y venir de la gente, de
ambulancias, patrullas, agentes a pie, entre comentarios, chismes,
suposiciones, etc. Hay pocas cosas seguras y certeras; Si la pequeña murió, hoy
se perdieron dos vidas, y quien sabe cuantas más en otras acciones del mismo
tipo.
Mi hijo tiene 10 años y solo de
imaginar por un momento estar pasando
por lo que los padres de la niña están pasando, se me vuelve de papel el
corazón.
Dentro de mi me pregunto ¿cómo los asesinos
materiales e intelectuales (que casi siempre los hay), pueden hoy comer, beber
y dormir, sabiendo lo que han hecho?.
También pienso en los padres de la niña,
preguntándome también si el vicio del alcohol o las drogas, la calle, la
pobreza o lo que sea, les impidió darle el amor y atención que su hija necesito
en vida, es seguro que a su mente vendrán acusaciones y remordimientos.
Aunque pase el tiempo, lo que paso hoy, no
es de lo que se olvida así nada más, esas heridas no sanan solas, ni el
remordimiento borra los recuerdos.
Hoy veo las cosas desde otra perspectiva,
solo hoy 7 años después de haber dejado la pandilla.
Hace tres noches, le pedí a mi pequeña
familia que pusiera sus manos sobre mí, y oraran porque mis fuerzas a veces me
fallan. Pero aunque los problemas económicos, el estrés, las presiones, la
duda, logran por ratos golpear mi ser y hacerme tambalear se que Dios es mi
fortaleza y mi refugio.
Pido porque, las familias de la niña, de la
señora, y de los que también murieron hoy en otros hechos encuentren la paz y
el consuelo que solo Dios puede dar.
Y pido también, porque todo aquel que sus
pies corran presurosos a derramar sangre, se arrepienta de sus malos caminos,
aunque les sea necesario sufrir por sus pecados y pagar sus consecuencias.
A los lectores le digo; cuiden a sus hijos,
y enséñenles con el ejemplo, en casa, en la calle, en el trabajo, en lo
espiritual, en los valores, en lo que hablan, pero por sobre todo lo que hacen.
Erwin Cordón
Ex ganguero, aprendiz de escritor, Webmaster y Diseñador Grafico de profesión.
Isaías 9:2
Realmente hay pocas cosas que decir al respecto de este tipo de escenas...
ResponderEliminarpero la cantidad de pensamientos y de sentimientos despertados ante el relato son tan fuertes... creo que a todos los que lo leimos nos aceleró la respiración y nos hizo pensar en vivencias parecidas.
Gracias Erwin.