miércoles, 18 de julio de 2012

Fácil es hablar desde el trono.

Hace poco le decía a un amigo que tiene cierta influencia socialista, que por mucho que protestemos, que nos parezca injusto y que nos disguste, la clasificación social es algo que difícilmente la humanidad quiere y puede cambiar, ricos y pobres han existido "desde siempre". Aunque sería un poco difícil definir quién es rico y quien es pobre realmente, pues hay gente con muchísimo dinero y objetos materiales, pero como seres humanos son miserables. Hay gente que vive con muy poco, a penas para el día a día, pero es rica en valores y como personas, que comparten, que tienen compasión del prójimo.
 
Por supuesto ser rico o pobre no te hace mejor persona, tampoco te define, ni se puede generalizar.

Pero si hablamos de cantidad de dinero,  posesiones, así como el estatus que se crea en la mente;  entre extremo y extremo hay mucho escalones, podríamos decir que siempre hay uno más rico que otro, y también uno que tiene menos que el que se considere muy pobre.

De generación en generación en muchas familias acaudaladas, se crea en la mente de los nuevos miembros una idea, casi siempre es intencional y sistemática, esta idea o percepción de la realidad que les inculcan, es de que son mejores que la mayoría, que han nacido entre la elite de la sociedad y que eso les da derecho a muchas otras cosas de las que muchos carecen, que pueden sentirse orgullosos de no ser del montón, de la plebe, del populacho. Les enseñan desde infantes a tener soberbia, altivez, egocentrismo, egoísmo, ambición a lo material, y a sentirse por arriba del "pobre", también en algunos casos les enseñan que está bien aprovecharse de él, menospreciarlo y humillarlo.

Dicho así, esto podría parecer un discurso socialista y/o comunista, como siguiendo la corriente de separatismo de clases, pero NO, no se trata de eso, se trata de hablar la realidad, tampoco decimos que es algo nuevo, cuando uno lee un poco al menos de historia se da cuenta que esto ha sido de siempre, desde los principios de la civilización hay hombres que han buscado y luchado desesperadamente por obtener poder y riquezas , y al obtenerlo luego de un tiempo aparecen los aires de grandeza y de superioridad, empiezan a buscar formas de obtener más poder, mas riquezas, haciendo lo que sea, como sea y pasando por sobre los derechos de quien sea, ya que la ansia de todo esto no conoce límites.

Tampoco digo que en las "clases bajas" donde se lucha por sobre vivir o en las "clases intermedias" en donde se lucha por llegar a las "clases altas" todo mundo es amable, amoroso y consiente, que no existe los celos, la codicia, avaricia, etc., Por supuesto que existen, pero el hecho de no tener o carecer de cosas aun las mas básicas, degenera a las comunidades, eso es definitivo, aunque tampoco se puede generalizar.

Desde los Egipcios con los faraones, los Romanos  con los cesares, Japoneses con emperadores, Mayas y otras civilizaciones americanas con príncipes y caciques, a los que consideraban dioses o semidioses, es de siempre que algunos gozan del tenerlo casi todo y otros que no tienen nada, ¿se puede cambiar?, ¿va cambiar?, ¿hemos cambiado ya?, ¿qué hay que hacer?... serian preguntas para otros temas, con mucho que discutir definitivamente, pero el objetivo de esta nota no es proponer el cambio drástico , que de repente todo se equilibre y exista la justica e igualdad, bueno fuera, eso sí. Pero no, quizás las cosas no cambien, ni el rico renuncie a ser rico, ni deje de sentirse superior, ni el pobre de sentirse a veces inferior y menos afortunado (porque en realidad muchas veces no lo es),  ¿si los papeles cambiaran un día, seriamos nosotros mejores que los otros? , algunos quizás si, otros seguramente no lo serian, tal vez la primera generación que ya sabe lo que es no tener, seria mas dadivosa, mas considerada, generosa. Pero al pasar el tiempo, volveríamos a sentirnos superiores y viéramos al resto con otros ojos, y transmitiríamos eso a nuestros hijos, y volveríamos a donde empezamos.

Eso es lo que yo creo, me gustaría que hubiera más igualdad en el mundo, que no hubiera miseria, ni gente que muere de frío o de hambre, SI lo deseo, pero lo veo difícil, antes deberíamos procurar dejar de ser egoístas, orgullosos y malvados, sin misericordia, porque si no enseñamos eso a las nuevas generaciones o dejamos de serlo nosotros mismos, no importara que tengamos dinero o no, seguiremos concentrados en el YO.

Mi descontento de hoy viene porque creo que es fácil hablar desde cierta posición, desde un "trono", y no digo trono porque sea una persona que considere mejor o superior, ya lo dije, tener o no tener no te define como ser humano, digo que fácil es hablar desde el trono de la comodidad, de la opulencia, en donde abunda todo y se tiene hasta para tirar a la basura, en donde aun la mascota come mejor que muchos niños del país, y el guarda ropa es más grande que las covachas en donde viven 4 o 5 personas de una familia. No intento culpar al que tiene de la desgracia y necesidad del que no tiene, ni tampoco pretendo castigarle porque tiene, lo que pretendo es hacer ver que quizás no solo no ayuda, no comparte, ni le preocupa la situación del marginado y necesitado, si no que se atreve a juzgarlo con soberbia, frialdad y malicia, personas que destilan veneno, que creen que el ser pobre es sinónimo de ser una sub categoría de humano, que eres una escoria, que eres sucio a sus ojos y que estas marcado como ladrón o delincuente.

De esos me quejo, de esos que a lo mejor construyeron ese trono, a base de explotación  laboral, de sobornos, destruyendo el medio ambiente (que es de todos), de indiferencia a las necesidades del otro, media ves ellos y sus cercanos estuvieran bien, de los que señalan con el dedo al que mendiga, y al que se pierde de una o de otra manera, sin detenerse por un momento a pensar el motivo por el cual se a caído en eso,  esos que a lo mejor ofrendan o dan limosna en sus templos creyendo que ya con eso hacen bastante para aliviar sus conciencias, que participan (tal vez)  en obras sociales de CARIDAD, pero como parte de la apariencia que debe mantenerse al tener posición y dinero, que dicen compadecerse de los niños hambrientos del áfrica, y aquí en su propio país menos precian a los indígenas o gente pobre que ven en los mercados o que les sirve en sus casas, esa gente quizás también tiene niños desnutridos, a los que apenas puede comprar lo necesario por el sueldo mediocre que les pagan. Pero... Al menos algunos dan y hacen algo, aunque sea por aparentar, por encajar en el perfil de RICO CONCIENZUDO  o que se yo, pero hay otros que definitivamente solo son buenos para criticar.

Yo se que el mundo está lleno de seres humano, por lo mismo perfecto no hay ninguno, y es ilógico esperar solo cosas buenas de la misma persona, todo el tiempo. Pero hay personas que indignan y molestan con lo que dicen y como actúan hacia los demás (sea quien sea), sus comentarios y actitudes demuestran que están sobre el trono que les hablo.

En el fenómeno de las pandillas o de cualquier otro grupo delincuencial, tengo ciertas opiniones ya formadas, en este blog se podrán enterar de algunas de ellas. Sin embargo, aunque entiendo, comparto y acepto que por algo hay leyes, y al que las infringe y hace daño no se le puede más que castigar y de ninguna forma animar o premiar, también sé por experiencia propia que hay un gran desbalance de la justicia, entre el que tiene como defenderse con dinero, posición y contactos, al que no tiene ni un quinto, aun así los dos sean culpables del mismo delito, es mas el que tiene se aprovecha de eso para delinquir, pero muchos no fueran delincuentes si tuvieran al menos un trabajo y como sostener a sus familias, nada justifica el delito, ni aun la pobreza extrema, pero fácil es juzgar sin conocer porque las personas hacen lo que hacen, he sabido de personas que pasan mucho tiempo sin conseguir un trabajo estable, gente que sí quiere trabajar, pero no hay oportunidades, gente que no soporta esa presión de no tener ni un centavo en la bolsa, mientras ve a otros robar millones del estado, por dar un ejemplo.

El delito debe ser castigado en todo ámbito, seas quien seas. Pero no es así.

La desigualdad y la falta de oportunidades es una maquinaria arrasadora que empuja y empuja, hasta llevar al extremo a algunos. Es algo innegable que no es lo mismo cuando estás bien harto de comida,  con tus hijos en buenos colegios, y vives en el lujo.  Que cuando el hambre aprieta el estomago todos los días, no hay para pagar la renta y servicios, y tienes que mandar a tus hijos a la escuela pública quieras o no.

Vuelvo y repito, no es un discurso para culpar a los ricos de todo el mal. Pero estoy seguro que tengo razón cuando condeno las actitudes de personas como la señora Carlota Lara, quien sin meditar, arroja frases tan llenas de odio y de arrogancia, ella deja ver que no solo descalifica por el hecho de ser un delincuente o presunto delincuente, para ella al parecer el venir de un barrio marginal y ser de escasos recursos es suficiente para ser tratado como alimaña, que incluso no se debería ni de reproducir, yo al menos entiendo que quizás abra sufrido en carne propia los flagelos de la delincuencia, algún robo, secuestro o asesinato. Pero eso no justifica su ideología, pues con las pocas palabras que escribe muestra mucho de lo que es y cómo ha de actuar y pensar.  Hace días a raíz del primer comentario de ella que leí, me dispuse escribir esta nota, pero el día de hoy me encontré con un segundo "pensamiento" suyo, ante el cual no aguante el quedarme callado.

Juzguen ustedes mismos pues, si no es fácil hablar desde el trono.






Ambos comentarios los hace en notas en donde se está vinculando a personas capturadas con las pandillas. Es un país libre, en donde hay libre expresión del pensamiento, y sobre todo en donde cuando se trata de pandillas es permitido decir de todo, y pues no voy a entrar en discusión de eso ahora.

¿Pero qué tiene que ver la planificación familiar, y permitir el aborto con estar contra el delito?

 ¿A caso se puede prever quien será delincuente? seguro que cuando ella habla de prevención y aborto, no habla de amigos, conocidos o familiares (aunque muchos de los adinerados según tengo entendido, practican el aborto y lo ven bastante normal) .

Trata de mareritos a los bebes y niños de la foto, menciona que seguro en casa tienen 8 mas, ¿que, ahora es delito tener varios hijos?. No sé, pero a mí me parece que esta señora tiene serios problemas, tal ves como dije antes; sea porque sufrió algo ella o alguien cercano, pero no justifica, lo que dice encierra mucho, no hay que ser un genio para darse cuenta, y por personas con ese pensamiento es que también sufrimos mucho los Guatemaltecos, y es a causa de ser así que no nos respetamos a nosotros mismos como conciudadanos.


Fotos sacadas de su cuenta en Facebook. 

No es delito ni pecado ser adinerado, pero tampoco lo es ser pobre, tener muchos hijos, y vivir en un barrio o zona popular.


martes, 17 de julio de 2012

La "locura" de la adolescencia

La adolescencia así como cada una de nuestras etapas en la vida tiene sus bellezas, sus ventajas, sus descubrimientos y maravillas, esta precisamente es una etapa entre la niñez y el ser adulto por la cual todos nosotros como seres humanos debemos pasar...

Queramos o no, tenemos que enfrentarnos a esta etapa, que junto a ella trae cambios en nuestro cuerpo, en nuestra mente y en nuestro espíritu.

¡¡Todo ese descontrol en nuestras hormonas!!  muchos creen encontrar el amor único y puro en esa etapa, algunos descubrimos cosas no tan buenas como los vicios del tabaco o el licor, casi siempre guiados por otros que están igual o peor de desorientados que nosotros, o bien que ya pasaron por esa etapa y por mala naturaleza desean "iniciar" a alguien más en lo que sería la transición a su edad adulta.

Hay momentos de la adolescencia que quizás nos traigan sonrías al rostro, travesuras, picardías y aventuras, vuelven a pasar por la pantalla grande de nuestro cerebro y nuestros ojos casi pueden re vivir esos momentos delante nuestro.

Sin embargo, si lo meditamos por un momento, quizás encontremos que fue en esa época en donde tal vez por ignorancia, por inocencia o por falta de cuidado y guía de los adultos, que también creamos malos hábitos, descubrimos vicios, cometimos acciones que no nos enorgullecen del todo o definitivamente nos avergüenzan. Esa época para muchos significo el inicio de una carrera en la delincuencia  en pequeña o mayor escala, fue el inicio de años desperdiciados en las malas amistades, malas actitudes y quizás en las calles.

Una buena cantidad de seres humanos, varones y hembras encontraron el final de su vida, ahí en donde parecía que realmente empezaba.

Leo en las noticias electrónicas de CNN que tres adolescentes fueron arrestados en Estados Unidos de Norte América,  porque golpearon hasta causarle la muerte a un señor de 62 años, un migrante que en ese momento y lugar (un callejón) , recogía latas para poder reunir algunos centavos extra. Los jóvenes grabaron el acto, por eso se puede saber que no solo lo golpearon hasta matarlo, le robaron y todo esto mientras se reían.

Si el ataque tenía o no motivos racistas, no se sabe aun. Pero fueran los que fueran los motivos, es algo que deja en que pensar, que choca, que no logramos asimilar del todo, aquí en Centro América hay muchos casos igual de salvajes o aun peores, con adolescentes que  no solo asesinan, también descuartizan, violan, masacran por defender la bandera de la pandilla a la que pertenecen.

Así que... No es nada nuevo, los jóvenes son explosivos, inquietos, tienen mucha energía y son fácilmente manipulables y pueden ser adoctrinados con facilidad, aun cuando la causa sea la más absurda y maligna, ellos pueden llegar a creer que hay justificación y hasta encontrarlo bueno y divertido .

El caso de estos jóvenes y su ataque al anciano que recogía latas, me entristece e indigna como a la mayoría supongo que lo haría, me recuerda en parte a una escena de la película "La Naranja Mecánica".

La cual ya en otras ocasiones ha servido como "inspiración" para otras acciones de este tipo, y es que en esta escena que les digo, un grupo de jóvenes, los protagonistas del film rodean y atacan a un indigente, lo golpean hasta matarlo, muchos jóvenes capturados en la vida real por hacer cosas similares en diferentes países, confesaron después que en parte fueron inspirados por la película.





Naranja Mecánica o no,  cuando somos adolescentes somos moldeables, para bien o para mal, si en el hogar hay carencia de atención, disciplina, respeto y sabiduría, un joven fácilmente puede ser hoy un estudiante inofensivo, y mañana mismo encontrase tras las rejas, prófugo o muerto por haber hecho algo que ni se nos pasaba por lamente que fuera capaz de hacer.

Cuando yo tenía 17 años aproximadamente, tenía un grupo de amigos, los cuales tenían por costumbre salir en busca de algún borrachito al cual lastimar, esto era sobre todo cuando estaban borrachos ellos también, asechaban en lugares oscuros y poco transitados a espera de la víctima, yo también participe de ello, pues por alguna razón, que ahora no logro comprender del todo, nos parecía entretenido y divertido, yo pude decirles que NO, pero pudo más la presión de grupo, es increíble la fuerza que eso tiene, sobre todo en alguien con baja autoestima, que a toda costa buscaba encajar para no sufrir más rechazo en sí mismo.

En una ocasión golpeamos tan fuerte a un señor, que lo enviamos al hospital, luego nos enteramos que era tan pobre, que alguien tuvo que salir a pedir dinero por él, para cubrir los gastos de las vendas y medicamentos,  casi lo matamos...

Yo me sentí mal, muy mal, pero no podía decir la verdad, no encontré como, hablar significaba no solo ponerme en problemas a mí, también al resto del grupo, sería un traidor, así que como un cobarde me quede callado.

Tiempo después por esas circunstancias de la vida inexplicables, yo pare sin trabajo, casi sin amigos, sin donde vivir, alguien me consiguió un pequeño cuarto barato en donde poder estar, mi vecino no podía ser otro que aquel hombre al que casi había matado meses atrás, jamás me reconoció, ni siquiera sospecho creo..., yo solo puedo decir que para mi hasta el día de hoy fue el propio Dios quien me dio una lección que no aprendí en mi hogar con mis padres u otro familiar, mucho menos con los amigos, ni ahí, ni en otros lugares con otros grupos, y es que la vida da vueltas, tarde o temprano vamos a enfrentarnos cara a cara con las consecuencias de nuestras acciones, hacer daño a alguien solo por el simple deseo de hacerlo, es de las peores cosas que puedes llegar a realizar en la vida.

Ese mismo hombre, que también dormía en un catre como yo, en el cuarto junto al mío, que apenas tenía para comer, su almuerzo era casi siempre un aguacate, o algunos chiltepes con tortillas, agua pura para terminar de bajarlos al estomago... Ese mismo hombre al que casi mato a patadas sin razón alguna más que por pura diversión loca y  estúpida, varias veces me regalo de lo poco que tenia para comer al darse cuenta de que yo pasaba hambre.

Me sentí una basura, y aunque es verdad que mis días como delincuente y el de pertenecer a grupos cada vez más violentos apenas iniciaba, me prometí a mí mismo, intentar por todos los medios de no hacerle daño al indefenso e inocente, tratar de no hacer daño sin razón, y menos solo por diversión, falle varias veces debo confesar, bajo los efectos del alcohol o de las drogas, y aun peor de la soberbia, falte a mi promesa...

Pero la mayor parte del tiempo la mantuve, ahí dentro de mí, y no podría decir cuántas veces eso sirvió para salvar a alguien, a otros desconocidos que pudieron ser víctimas de otros miembros de la pandilla, a veces a riesgo de parecer débil o demasiado blando afectando mi liderazgo en el grupo, aun con eso venia a mi mente que aprovecharse del débil y vulnerable es lo peor que puedes sembrar en tu vida.

Ojala todos esos valores se me hubieran inyectado mucho antes y más firmemente, con el ejemplo, con amor y sabiduría, eso desearía hoy, para no haber hecho tanto daño, porque aunque sé que en el fondo procuraba no pasarme, sembré mucho mal, no solo con acciones también con ideologías, perdiendo a muchos otros jóvenes.

La adolescencia es una etapa en la que es necesario que hayan padres y madres pendientes de las necesidades de sus hijos, que se preocupen por sus problemas y aflicciones, por muy tontas o sin importancia que parezcan, es necesario hablarles constantemente, tratar de predicarles con el ejemplo de vida, inculcarle la justica la honradez, el temor a Dios es algo bien importante, cosas que quizás no nos son fáciles de hacer, pero que son el contra peso, para evitar que nuestros hijos e hijas caigan presa de malos consejeros, de la calle, de las pandillas, de cualquier grupo que tenga ideologías quizás no tan perversas como una mara o pandilla, pero que desorientaran a los jóvenes de poder crecer y llegar a cumplir metas en sus vidas.

Si de verdad usted ama a sus hijos, haga un esfuerzo, no sea que un día se arrepienta, enséñeles a respetar a sus mayores, a no hacer daño al débil, ni a ser aprovechados, y si puede haga esto no solo con sus hijos, si no con los de los demás, que quizás algunos no tendrán a alguno de sus padres o a ninguno de los dos, algunos están completamente solos o es como se sienten, y necesitan un consejero, gánese la confianza, a veces será necesario doblegarse un poco, dar el brazo a torcer y no ser tan rígido, otras veces tendrá que ser firme, abra su mente y su corazón, porque la juventud nos necesita.