miércoles, 26 de septiembre de 2012

Buenas Influencias



Hace ya algunos días, puede observar con asombro, la actitud de un niño que se dirigía a su lugar de estudios, eran como las 6:45 am cuando al ver por mi ventana, lo divisé a lo lejos, venia de la colonia Lomas de Santa Faz, al parecer quería alcanzar a alguien, pues silbaba y hacía señas con las manos, como avisando para que lo esperaran.

Con paso ágil intentaba darle alcance a quien sea que fuera delante de él, yo no pude ver quién era, pues prácticamente estaba del otro extremo de la avenida, cruzando la cuadra.

Pero de repente y con una espontaneidad asombrosa, el niño rezagado,  comenzó a marchar... Pero no como los militares o los miembros de las bandas escolares, si no como nuestro ganador de la medalla de plata en los juegos olímpicos de Londres 2012. Si, así es... Este niño imitaba a Erick Barrondo, me quede perplejo por unos instantes y me sonreí casi de inmediato y sin poder ocultar me alegría. Y es que algo tan sencillo como esto, esconde muchas cosas detrás, pues lo primero que pensé fue que una influencia positiva o negativa, tiene un alcance e impacto mucho mayor de lo que podríamos llegar a imaginar.

Comité Olímpico Guatemalteco
 Foto: Comité Olímpico Guatemalteco

En Guatemala y en otros países hermanos, estamos sumamente necesitados, sedientos, urgidos de buenos ejemplos, de héroes, de modelos, gente que tenga esa influencia positiva en la juventud, en los niños,  y porque no decirlo; en los mas adultos también. A diario vemos como por los distintos medios de comunicación aparecen las imágenes y los textos que dan a conocer, la corrupción, la violencia, las mafias, impunidad, etc. En donde no solo aparecen jóvenes con el cuerpo marcado por tatuajes, también hay funcionarios públicos, policías, miembros del ejército, políticos, y demás personas que aunque estén preparadas académicamente y gocen de una buena posición, cayeron en la desgracia de convertirse en un delincuente mas, aunque la cubierta de un uniforme o "tacuche" parecía disfrazarlos muy bien, y fueran condenados o no, les importe o no, su cara y su nombre son conocidos por el resto de la población, y es ese tipo de influencias en su mayoría las que día con día recibimos.

Pero es dentro del mismo círculo familiar, en donde hay una falta de valores y principios impresionante en muchos casos, por increíble que parezca, mucha gente conscientemente enseña a sus hijos a mentir, robar,  manipular, herir y lastimar, así mismo con palabras como con acciones que son las que más pesan a largo plazo, todos dicen que no quieren un hijo vicioso, delincuente o vago, o al menos casi todos,  pero ellos mismos no dejan el tabaco y el licor por poner un ejemplo, exaltan mas bien lo malo y perverso, que lo justo y correcto, aunque lo nieguen, es así.

Podría seguir con una lista interminable de errores en los que han caído la sociedad y las familias, pero no es ese el propósito de este post. Más bien quiero recalcar el gesto de ese pequeño niño que no tendría más de 8 años, con esa mínima actitud de unos instantes, me abrió la mente de muchas maneras, todo enfocado a reflexionar en como una influencia positiva grande o pequeña (que a la larga ninguna es pequeña), puede incluso transformar si Dios quiere y trabajamos para lograrlo, la vida de muchos otros que a lo mejor no todos seguirán el mismo camino de Erick, pero serán motivados a lograr sus metas y sueños de manera humilde y esforzada como este joven.

En un sector en donde se puede ver a muchos niños imitando o siguiendo los pasos de los más grandes, en vicios, malas palabras, malas actitudes, e incluso formándose como pandilleros, es sumamente agradable ver como el buen ejemplo de otro guatemalteco con o mas limitaciones que la mayoría, ha dejado una huella en la mente de algunos, definitivamente para mejor y no para peor.

Como quien dice, pequeños chispazos de luz en medio de tanta oscuridad. No deja de alegrar.

Foto: Internet