sábado, 19 de julio de 2014

El gordo y el flaco de la 18st



El Gordo y el Flaco fue el nombre que se le puso en español al famoso dúo cómico Laurel and Hardy, una pareja icónica de la comedia estadounidense.

Aquí en Guatemala en la Colonia San Rafael 3 “Las Colinas” Zona 18 conocí a un par de jóvenes, a uno lo apodaban Fat y al otro Skinny (el gordo y el flaco). De cómicos tenían muy poco, ambos pertenecían a la pandilla 18st y formaban parte de la clika Reyes Chapines.

Al flaco lo conocí cuando era aun prácticamente un niño, por algunos años deambule en la mencionada colonia y Oscar, como él se llamaba, ya andaba pegado a los mayores, vagando y aprendiendo de la calle.

Al gordo lo conocí años después, sonreía demasiado a menudo lo cual llamaba la atención de su personalidad. De momento se me escapa el nombre real del Gordo, pero era poco común quizás por ello no logro recordarlo, por lo general se nos hace más fácil recordar los apodos, es extraño pero cierto.

Oscar (Skinny) tenía un hermano, al que apodaban Muppet, trate realmente poco con el pero era de esos cae bien, de piel blanca, cabello oscuro y de facciones finas, la memoria me falla, pero creo que apenas contaba con 14 años cuando fue secuestrado, su cuerpo apareció bajo un puente, tenia claras señales de tortura, fue uno de esos niños que inicio su carrera en las pandillas a corta edad y tan rápidamente como se dio a conocer, así mismo fue olvidado porque sus días fueron cortados.

Aunque la desconozco a detalle, la historia de Skinny y Muppet al parecer inicia con una madre que los abandona para irse a los estados unidos o a quien sabe dónde, los deja con una vecina, quien los acepta y cría como a sus hijos, desde corta edad tuvieron conocimiento de la doctrina cristiana evangélica, Oscar lo reconoció frente a mí un par de veces mientras hablábamos de varias cosas, pero se desviaron del bien y cayeron en las garras del mal para convertirse en instrumentos dentro de una pandilla.

La mujer que los adopto, hasta donde supe los quiso como que fueran propios, en verdad quien sabe las razones por las que ambos terminaron involucrándose en las pandillas. ¿Su madre biológica algún día se entero como terminaron sus hijos? ¿Le llegaría a importar?

El Gordo y el Flaco, ganaron su fama no por sus apodos, aunque no dejaba de ser algo curioso.

Ambos formaron parte de una nueva generación de pandilleros de la 18st en San Rafael 3, los cuales eran de armas tomar, no podría decir a cuanta gente asesinaron, pero el hecho es que tenían ese “don” de gatillo fácil, impulsados por la doctrina pandilleril, y el odio hacia sus rivales, contaban entre sus "hazañas"  haber acabado con varios de sus principales enemigos.

Ellos se encontraban entre los primeros que escuche jugaban activamente guija, me decían que se volvía un vicio difícil de dejar, que la guija los llamaba, no los dejaba dormir y las horas jugando pasaban tan rápido que les amanecía y anochecía sin darse cuenta.

Verdad o mentira, contaban que la guija les ponía objetivos, les daba nombres de gente a la que tenían que asesinar, les revelaba lugares donde encontrarían dinero, les hacia señales, encendiendo y apagando luces y derribando objetos, Oscar me dijo una vez que él pensaba que eran espíritus de personas ya fallecidas, al menos así se identificaban con ellos, pero recuerdo que yo claramente le dije, esos no son espíritus de personas fallecidas, son demonios, en el juego; habían distintos niveles que ibas superando conforme el tiempo jugado y las pruebas superadas, cuando yo le pregunte los nombres del “señor” de cada nivel, no eran nombres como Juan, Pedro, o Carlos, eran nombres antiguos y raros, como de deidades de antiguas civilizaciones o algo similar, verdad o mentira ellos hablaban mucho de este juego.

Skinny me confesó una vez que uno de sus sueños, era poder matar a alguien con sus propias manos, y que lo había cumplido, descubrieron a una joven quien al parecer tenía relación con un miembro de la pandilla rival, y la estrangulo hasta matarla, en un cementerio, adonde la llevaron con engaños. Muchos jóvenes y jovencitas terminaron asesinados por sus propios conocidos, luego de ser acusados de tener relación con miembros de la pandilla contraria, en ocasiones eran acusados por otros miembros por envidia, porque les caían mal, y al no poder demostrar lo contrario corrían esta suerte.

Luisito, era el apodo con el que se conocía a un miembro de la Mara Salvatrucha, contaban que era uno de los más sanguinarios y famosos tiradores en su momento, el había estado involucrado en el asesinato de muchos miembros de la 18st varios de estos de Reyes Chapines. Dicen que un día, pasados varios años, y cuando Luisito ya se había alejado de su pandilla y asistía a una iglesia, el Fat lo encontró y le disparo sin mediar palabra, mientras él se desangraba en el piso, Fat le gritaba riéndose, “¡yo te mate, yo, el Fat de reyes chapines, yo te mate!” y así incrementaba su fama pues Luisito también se había creado un nombre mucho antes. A veces, aunque encaminemos nuestro camino al bien, las consecuencias nos alcanzan, quizás como un recordatorio de que en esta tierra todos tenemos que pagar por nuestras acciones, o quizás porque ya no existe un lugar aquí para alguien que aunque cambio, no encuentra lugar para el perdón entre sus iguales.

En otra ocasión el gordo y el flaco, se encontraron con una joven miembro de la MS en un ruletero, y bajo amenazas la obligaron a bajarse en SR3, se la llevaron a punta de pistola a un callejón, en donde la asesinaron, luego se tomaron fotos con el tenis ensangrentado de su víctima, también fueron ellos quienes se jactaban de haber asesinado a un policía para robarle su arma, con la cual cometieron muchos otros delitos.

Para mi fueron dos jóvenes a los que les llegue a tener aprecio, siempre con respeto mutuo, ahora soy consciente de que en ellos habían un espíritu de asesinato que no era normal en cualquiera, disfrutaban hacerlo, a su corta edad ya habían acumulado innumerables historias que contar, Skinny tenía cicatrices que demostraban que también había tenido a la muerte respirándole de cerca varias veces. El sabor a plomo no le era desconocido, y tampoco al Fat por lo que logro recordar.

Cuando su hermano Muppet fue asesinado, Oscar se lleno de amargura, un día, poco después  de lejos vio a un conocido Salvatrucha frente al centro comercial Metronorte, cruzo la calle solo para asesinarlo a sangre fría, fue perseguido y capturado por la policia, por lo que guardaba prisión en la correccional de menores Etapas 2 en San José Pínula.

Antes de que un grupo de MS ingresara y asesinara a varios miembros de la 18st, Skinny y varios otros habían reconocido sus faltas y se habían constituido como nacidos de nuevo, un grupo de cristianos evangélicos que llegaban a predicar a las correccionales, habían estado trabajando con estos jóvenes y habían logrado que varios de ellos abandonaran la pandilla.

Para ese entonces, yo también había sido encontrado por la fe en Cristo, y por esas cosas que pasan en la vida, un amigo mío conocía al grupo que llegaba a evangelizar, por lo que logre llegar varias veces, compartir y platicar con estos jóvenes, así como con los que aun seguían dentro de sus respectivas pandillas y exhortarles a abandonarla, no logre hablar jamás con Oscar, lo intente, pero el tenia permisos especiales por buen comportamiento, por lo que salía con licencia los fines de semana y luego regresaba a seguir con su encierro.

Cuando las pandillas rompieron el Sur, y se enfrentaron en todos los centros donde se encontraban recluidos, Etapas 2 no fue la excepción, un grupo de MS, entro y asesino a todos los miembros de la 18st que pudo, a varios de ellos los decapitaron, Oscar escapo de milagro, pero luego de eso decidió que no regresaría de nuevo a la cárcel y en su próxima salida ya no volvió, paso mucho tiempo encerrado, sin salir a la calle, porque tenía muchos enemigos y lo buscaban por todos lados, aun así, un día decidió salir a por un familiar, y ya lo esperaban en la calle, lo atacaron y dejaron desangrar, en uno de esos callejones que tanto defendió.

Fat, permaneció preso un buen tiempo, al salir hable con él una última vez, como siempre le hable de la fe, de la cual reconoció que tenía conocimiento desde pequeño, pero que el mismo no entendía porque escogió el mal camino, de hecho me dio una extraña justificación, en donde me decía que cumplía con ayudar a Dios, pues asesinaba a quienes no querían tener nada que ver con él, yo trate de hacerle ver que eso no podía ser así, pero son posturas que no se cambian con 5 minutos de platica. Me conto que muchas personas habían orado por él y que lograban romperles pactos satánicos que tenia con la guija, pero al poco tiempo el volvía a crear esos pactos, que era algo que él sentía no podía dejar, a  los meses también fue asesinado en la colonia que lo vio crecer y convertirse en el Fat de Reyes Chapines.

Cuando uno es militante en una pandilla, los asesinatos que otros miembros de tu pandilla cometen, no son vistos con temor o desprecio, si no con admiración, con respeto, entre más sanguinario seas contra los enemigos de la pandilla, mas respeto lograras, el Fat y el Skinny, tuvieron su fama, ninguno de ellos llego más allá de los 25 años de edad, y aunque tuvieron la oportunidad de cambiar el destino de sus vidas, lo aprovecharan o no, sus vidas fueron cortadas tan violentamente como ellos cortaron las de otros seres humanos.

Y como ellos, han existido muchos, y al día de hoy tristemente aun existen jóvenes dispuestos a matar por su pandilla, a morir por ella, sin pensar en las consecuencias, sin pensar en las víctimas inocentes directas o indirectas de cada uno de esos actos. El fenómeno de las pandillas es complejo y profundo, hoy día hasta para mi es difícil de comprender del todo porque resultan tan atrayentes estos grupos, porque a pesar del daño causado a la sociedad, a la familia, y a personas desconocidas e inocentes, no puedes parar, destruyes tu vida y la de muchos otros, lo ves con tus ojos, eres testigo de muertes por decenas y aun así pareces estar bajo una venda, que te ciega y te embrutece, porque en realidad así como el gordo y el flaco, miles de jóvenes desperdician su vida defendiendo una ideología que no es más que una mentira sin sentido, por la falta de identidad se convierten en monstruos y demonios caminantes, y tiempo más tarde cuando son víctimas de la misma violencia y cosechan lo que sembraron, vienen a ser parte de las estadísticas, y son recordados quizás por sus madres, pero aun dentro de la pandilla poco a poco serán olvidados, ellos y lo que hicieron por ella, tan triste y cierto como eso.